Prehistoria y época Romana
Las primeras poblaciones en la zona de Pinell datan del 2500 aC, dentro del periodo del neolítico. Como testigo quedan de esta época una docena de sepulcros de fosa. Alrededor del año 2000 ac hacia el final del neolítico y durante el calcolítico, se establecen grupos humanos en las montañas de Vallvanera y Treumal. Como testigos de su presencia, encontramos varios monumentos megalíticos: Menhires de Vallvanera, Término de Bell, del Mas Ros y Dolmen Cueva de los Moros.
El principal testigo de la estancia de los romanos a estos lugares es la Villa de Pla de Palol, que data de entre los siglos I y IV aC. Habría ocupado un área de 10.000 m2, una parte importante de los cuales eran patios y espacios no construidos. La villa trabajaba la tierra, la agricultura y el cultivo de la vid, como la arcilla para la fabricación de cerámica. Los productos obtenidos se exportarían por mar gracias al puerto natural en Cala Rovira.
Edad media
A partir del siglo IX una vez recuperados los sarracenos, se inicia la repoblación de los territorios del Valle de Aro. Los primeros colonizadores son campesinos. No se conoce tiempo exacto cuando se constituye el primer asentamiento. En el año 881, el rey Carlomagno da al obispo de Girona, el territorio del Valle de Aro, donde ya ha comenzado la extensión de la población por la costa.
La primera referencia documental de Fanals de Munt (nombre originario de Playa de Aro) aparece en 968. Se trata del precepto del rey Lotario, confirmando Sunyer como abad del monasterio de Sant Feliu de Guíxols, así como de sus posesiones, entre las que figuran Fanals y su iglesia.
El Castillo de Benedormiens, origen del pueblo de Castell d’Aro, aparece documentado por primera vez en 1041, cuando las autoridades religiosas, caballeros y nobles del territorio entregan al monasterio de Sant Feliu de Guíxols la custodia del castillo, con el obligación de proteger en tiempo de guerra todo el Valle de Aro, cuyo Faroles es una parte importante.
La actual Fanals de Aro aparece documentada en el 1585 como la iglesia de Fanals de Baix. En 1698, las parroquias del Valle de Aro son incorporados a la corona, formando la alcaldía real del Valle de Aro. En 1774 se termina la ampliación de la iglesia de Fanals de Aro.
Época moderna
Los pueblos del Valle de Aro fecha del año 1858, cuando después de formar parte durante siglos de un único municipio, se separan en Santa Cristina de Aro, Solius, Romanyà, Bell -lugar, Castell d’Aro y Faroles de Aro. Así es el nacimiento de las dos villas actuales, Santa Cristina d’Aro y Castillo de Aro.
La segunda mitad del siglo XIX la Ley de Ayuntamientos de 1843, sacude la vida local ya que establece un modelo municipal centralizado, en beneficio de los terratenientes con rentas más altas. En las elecciones de 1869, queda de manifiesto el carácter federal y republicano del Empordà y de Fanals. Lo que da respuesta a la suspensión de garantías constitucionales y la acción de desarme de la milicia popular, dictadas por el Gobierno, los federales se alcen y los habitantes de Fanals los apoyen, participando en el llamado Fuego de la Bisbal, donde se enfrentan a las fuerzas gubernamentales.
Época contemporánea
José Ensesa y Gubert en 1923, toma en firme la promesa de su padre de entregar un solar en S’Agaró al primer hijo que edifique. Surge así la emblemática casa Seña Blanca (1924). El arquitecto Rafael Masó, de gran sensibilidad artística, recoge con entusiasmo el ambicioso proyecto de los Ensesa de construir una ciudad residencial y hacer de S’Agaró un pequeño pueblo catalán integrado al medio. Se desarrollan nuevas construcciones: el lujoso Hotel Monumental, los Baños de Sant Pol y el Hostal de la Gavina. S’Agaró convierte en punto de encuentro de artistas, teatro y de políticos. Se celebran exitosas, cenas, bailes, encuentros deportivos y náuticos, truncadas con el conflicto civil español.
Simultáneamente, aunque durante los primeros años del siglo XX, la actual Playa Grande es del todo virgen, sin edificación de altura, llegan las primeras casas establecidas en la llanura, lejos del barrio de Fanals de Munt. A partir de la segunda década del siglo XX, comienza el desarrollo del turismo, pero no es hasta después del conflicto civil español que no aparecen los primeros establecimientos turísticos que, junto con los chalets de segunda residencia ya existentes en la Pineda de en Bas, fomentan una creciente colonia veraniega.
El desarrollo turístico definitivo se produce con el cambio de nombre de Fanals de Munt por el de Playa de Aro (1962), el cambio de capitalidad y del Ayuntamiento del casco histórico y de interior de Castell d’Aro en Playa de Aro (1962). Coincide también con la primera gran campaña de promoción turística de alcance internacional El amor se cita en Playa de Aro (1964), que obsequia 50 parejas a pasar una semana en la población, conmemorando su 25 sus bodas de plata, y las otros 25 su reciente boda. En 1970 el Ayuntamiento, propietario del Castillo de Benedormiens de Castell d’Aro, encarga la primera restauración. Se conserva la parte más antigua, del siglo XII, la más cercana a la iglesia.
CAMPAÑAS TURÍSTICAS
Las fiestas del Carnaval se inician en 1978, y un año más tarde se constituye el primer Ayuntamiento de la nueva democracia, presidido por Ramiro Pons. En 1983 entra en vigor el Plan General de Ordenación Urbana, de vital importancia para el futuro desarrollo urbanístico de la población. En 1995, el núcleo antiguo de Castell d’Aro, junto con la urbanización histórica de S’Agaró y su camino de ronda, son declarados oficialmente Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Cataluña.
La temporada de 1996 se inicia una nueva campaña turística de gran impacto: Playa de Aro Tiene Premio, que propone buscar en las playas unas conchas y caracolas . Al afortunado que los encuentre conseguir premios directos y participar en el sorteo de un coche. En 1997 en Castell d’Aro se inagura el Museo de la Muñeca, que recoge 800 muñecas de todo el mundo y de todas las épocas.
Los primeros años de la actual siglo XXI se caracterizan por la construcción o modernización de equipamientos públicos, así como las obras de mejora del Castillo de Benedormiens; y las obras del Camino de Ronda de S’Agaró. Es uno de los destinos turísticos y de tercera residencia más importantes de las comarcas gerundenses.